En la virgen maría podemos apreciar dos actitudes que son una constante de ella: acoge y acompaña.
*María acoge.
-A Jesús aceptando ser la Madre de Dios.
-Las obras y las palabras de su Hijo que guarda y medita en su corazón.
-Al apostol san Juan y, con él, a todos los demás discípulos, a las primeras comunidades cristianas y a la Iglesia entera. Por eso la Iglesia la reconoce como Madre.
*María acompaña.
·A Jesús:
-En la dificultad como la pasión y la muerte en cruz.
-En la victoria. Es testigo de la resurrección de su Hijo.
·A los discípulos y las primeras comunidades cristianas.
·A toda la Iglesia. Los cristianos y cristianas ven en María la Auxiliadora en sus dificultades y le piden que interceda por ellos ante su Hijo.