lunes, 16 de junio de 2008

CONCLUSIÓN

Queridos amigos os voy a dar una noticia, el curso 2007/2008 está a punto de terminar.Este blog debería de terminar a la vez que el curso ya que es un trabajo escolar, pero eso nunca va a ocurrir ya que seguiré con este blog hacia delante. Gracias a la realización de este blog he aprendido muchas cosas sobre el tema de los blog, subir imágenes, vídeos, códigos HTML. Todo lo que he aprendido se lo debo a mi profesor DON LEO (buenísima persona).

Musulmanes y católicos unidos por la defensa de la dignidad humana


El respeto de la dignidad de la persona humana, base del diálogo entre musulmanes y católicos, exige luchar por los derechos fundamentales, la justicia y la paz.
Esta es la conclusión a la que llegaron representantes de ambas religiones participantes en el 14º encuentro del Comité Islámico Católico, celebrado en el Vaticano del 11 al 13 de junio.
El tema de la reunión, que incluyó una audiencia con Benedicto XVI, fue "Cristianos y musulmanes, testigos del Dios de la justicia, de la paz y de la compasión en un mundo que sufre violencia".
El encuentro concluyó enunciando cinco puntos de acuerdo entre musulmanes, que en la cita estaban encabezados por el profesor Hamid bin Ahmad Al-Rifaie, presidente del Foro Islámico Internacional para el Diálogo (Yeda, Arabia Saudí), y católicos, representados por el cardenal Jean-Louis Tauran, presidente de Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso.
"De la dignidad intrínseca de cada ser humano se derivan derechos y deberes fundamentales", dice el comunicado final al recoger la primera conclusión compartida.
La segunda constata que "la justicia es una prioridad de nuestro mundo". Exige "el respeto de las necesidades fundamentales de los individuos y pueblos a través de una actitud de amor, fraternidad y solidaridad. No puede haber paz auténtica y duradera sin justicia".
En tercer lugar católicos y musulmanes concordaron en afirmar que "la paz es un don de Dios que exige también el compromiso de todos los seres humanos, en particular, de los creyentes que están llamados a ser testigos vigilantes de paz, en un mundo afligido por muchas formas de violencia".
"Cristianos y musulmanes creen que Dios es compasivo y, por tanto, consideran que es su deber ser compasivos con toda persona humana, en particular, con los necesitados y débiles", explica la cuarta conclusión.
Por último, los participantes en al reunión confirmaron que "las religiones, si se practican de manera auténtica, contribuyen eficazmente a la promoción de la fraternidad y de la armonía en la familia humana".
En la audiencia a los participantes, el Papa "les alentó a continuar con los esfuerzos a favor de la promoción de la justicia y de la paz", según ha informado el comunicado final.

La Santa Sede pide urgentes “acciones salvavidas” contra el sida


Frente a la expansión del vih/sida, la Santa Sede considera que hacen falta urgentes "acciones salvavidas" para asistir a los enfermos y también un aumento de conciencia respecto a la pandemia para reducir su incidencia.
Es esta la convicción expresada por el arzobispo Celestino Migliore en la reunión de alto nivel que tuvo lugar este jueves en Nueva York, durante la 62 sesión de la Asamblea General de la ONU para un análisis de los progresos obtenidos al poner en práctica la Declaración de Compromiso sobre el Vih/Sida (2001) y la Declaración Política sobre el Vih/Sida (2006).
Tras las susodichas declaraciones, observó el prelado, nuncio apostólico y observador permanente de la Santa Sede ante Naciones Unidas, "se han realizado claros progresos, pero queda todavía mucho trabajo".
Entre los éxitos alcanzados, subrayó en primer lugar "la mejora en contener la pandemia y en abrir una rendija de esperanza a que en el próximo futuro más personas sobrevivan al vih, y a que el compromiso en el asistir a los enfermos no sólo continuará sino que se verá aumentado".
En el curso del encuentro, el arzobispo quiso recordar la acción de la Iglesia en favor de cuantos viven con el vih y el sida.
A través de la Fundación "El Buen Samaritano", fundada para "proporcionar asistencia económica inmediata a las instituciones médicas", la Santa Sede ha puesto a disposición cerca de un millón y medio de dólares para la adquisición de fármacos antirretrovirales, explicó.
A nivel nacional, añadió, las conferencias episcopales han "desarrollado y promovido una mayor conciencia y programas para ayudar a la lucha contra esta pandemia, sobre todo en los países en vías de desarrollo y entre las poblaciones más marginadas".
En este sentido, el prelado citó el ejemplo de la India, donde hay más de cien centros activos para ofrecer tratamiento, asistencia y apoyo a los enfermos de sida. A estos se añadirán pronto otros 45 en zonas rurales y aisladas.
En Estados Unidos, la Conferencia Episcopal sostiene, a través de "Catholic Relief Services", cerca de 250 proyectos en los países más pobres, con un presupuesto para 2007 de más de 120 millones de dólares para la asistencia.
A nivel internacional, añadió el arzobispo, la Santa Sede está presente en todos los continentes a través de sus instituciones, "proporcionando instrucción, tratamiento, asistencia y apoyo independientemente de la raza, nacionalidad o credo".
Gracias al apoyo de diez mil agentes y voluntarios se ha llegado a cuatro millones de personas, destinatarios de programas de aumento de la conciencia y de educación. Son más de 350.000 los enfermos a los que se proporcionan comida y ayuda, y 90.000 los que reciben medicinas antirretrovirales. Un tercio de esta asistencia, subraya el observador permanente, es completamente gratuita.
El prelado dijo ser "profundamente consciente" de que un número significativo de muertes de enfermos de vih/sida depende de una serie de enfermedades en correlación con la pandemia como la tuberculosis y la malaria.
Por esto, animó en su trabajo a todos quienes trabajan para "reducir el número de las infecciones de tuberculosis y los devastantes efecto de la malaria". A menudo, denunció, "estas enfermedades no son consideradas y los programas no obtienen financiación adecuada".
La Santa Sede y sus instituciones, prosiguió el arzobispo, siguen además pidiendo mayor acceso a test fiables sobre el vih, a los tratamientos antirretrovirales, a la prevención de la transmisión madre-hijo y a las tecnologías de diagnosis.
"Junto al acceso a la asistencia sanitaria de base y a la alimentación sostenible, estos progresos tecnológicos pueden lentamente cubrir la distancia entre lo que es posible y lo que es necesario", declaró.
Además de valorar los éxitos de las acciones emprendidas hasta hoy, concluyó el arzobispo, es necesario renovar el empeño en "emprender necesarias acciones salvavidas".
En este sentido, la Santa Sede y sus organizaciones subrayan su empeño en afrontar la pandemia "de modo participado y compasivo para animar a una mayor solidaridad hacia todos los miembros de nuestra sociedad y promover la inherente dignidad de la persona humana en cada sector de la vida".

lunes, 9 de junio de 2008

El Papa reza por las víctimas del accidente minero de Polonia


El Papa Benedicto XVI tuvo hoy, durante el rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro, un especial recuerdo hacia las víctimas del accidente minero ocurrido esta semana en Polonia.
“Saludo cordialmente a todos los polacos -afirmó el Santo Padre-. Dirijo hoy una particular oración por los mineros que el pasado miércoles han perdido la vida en la mina Borynia”.
“Suplico para ellos la gracia del eterno descanso, el conforto espiritual para sus familias y la pronta curación para los heridos. Que Dios misericordioso nos preserve de la muerte imprevista, que Él os proteja, os guíe y os bendiga”, añadió.
El Papa quiso así mostrar su cercanía a las víctimas del accidente ocurrido la madrugada del pasado miércoles en la mina “Borynia”, en la localidad de Jastrzebie Zdroj (en la región polaca de Silesia). Cuatro mineros resultaron muertos y otros 23 heridos por una explosión de gas, cuando se realizaban labores de mantenimiento a una profundidad de 900 metros.

miércoles, 4 de junio de 2008

La perenne lección de humildad de san Gregorio Magno, según el Papa


"Íntimamente impresionado por la humildad de Dios, que en Cristo se hizo nuestro siervo", san Gregorio Magno --Papa del año 590 al 604-- hizo de esta virtud su propia vida y la mostró como clave en el itinerario cristiano, especialmente en la vocación episcopal y en la lectura de las Escrituras, recuerda Benedicto XVI.
En la audiencia general de este miércoles, el Santo Padre continuó con su catequesis sobre este Padre y Doctor de la Iglesia que había vivido profundamente su vocación monacal, pero que, llamado a la sede petrina, "por amor a Dios supo hacerse servidor de todos en un tiempo lleno de tribulaciones y de sufrimientos".
"Supo hacerse 'siervo de los siervos' --recalcó Benedicto XVI--. Precisamente porque lo fue, es grande y nos muestra también a nosotros la medida de su verdadera grandeza".
Riquísimo en obras y escritos, san Gregorio sin embargo jamás quiso trazar una doctrina original; "quiere sencillamente ser la boca de Cristo y de su Iglesia en el camino que se debe recorrer para llegar a Dios", apuntó.
"Humildad" era una palabra que el Papa Gregorio invocaba, por ejemplo, para acercarse a la Biblia, de la que fue "apasionado lector", describió Benedicto XVI.
"De la Sagrada Escritura pensaba que el cristiano debe sacar no tanto conocimientos teóricos, sino más bien el alimento cotidiano para su alma, para su vida de hombre en este mundo" --añadió--, de manera que insiste en que "aproximarse a la Escritura simplemente para satisfacer el propio deseo de conocimiento significa ceder a la tentación del orgullo".
"La humildad intelectual es la regla primaria para quien intenta penetrar en las realidades sobrenaturales partiendo del Libro Sagrado", subrayó Benedicto XVI; sólo con la actitud interior de humildad "se escucha realmente y se percibe por fin la voz de Dios".
Pero "cuando se trata de la Palabra de Dios, comprender no es nada" "si no conduce a la acción", profundizó el Papa siguiendo a san Gregorio, cuyo "ideal moral" consiste en la "armoniosa integración entre palabra y acción, pensamiento y compromiso, oración y dedicación a los deberes del propio estado" como camino hacia Dios.
"Humildad" fue también la clave que llevó a este gran Padre de la Iglesia a "trazar la figura del obispo ideal, maestro y guía de su rebaño" --señaló el Santo Padre--: como "predicador" por excelencia, el obispo "debe ser sobre todo ejemplo" para los demás.
"Una acción pastoral eficaz requiere asimismo que conozca a los destinatarios y adapte sus intervenciones a la situación de cada uno", continuó.
De hecho, san Gregorio Magno así lo hizo, e insistió "en el deber de que el pastor " reconozca "cada día la propia miseria, de manera que el orgullo no haga vano, a los ojos del Juez Supremo, el bien realizado".
San Gregorio Magno cultivó las relaciones con los patriarcas de Antioquía, de Alejandría y de Constantinopla, preocupándose siempre "de reconocer y respetar los derechos, guardándose de toda interferencia que limitara la legítima autonomía de aquellos", especificó Benedicto XVI.
En el contexto de la situación histórica, san Gregorio "se opuso al título de 'ecuménico' por parte del Patriarca de Constantinopla"; pero "no lo hizo por limitar o negar esta legítima autoridad --aclaró el Papa--, sino porque estaba preocupado por la unidad fraterna de la Iglesia universal".
Una vez más, "lo hizo sobre todo por su profunda convicción de que la humildad debía ser la virtud fundamental de todo obispo --subrayó--, más aún de un Patriarca", y porque seguía siendo monje en su corazón, y por lo tanto, "contrario a los grandes títulos".
El que eligió para sí fue "siervo de los siervos de Dios", usado desde entonces por sus sucesores. Más allá de una fórmula, expresa verdaderamente "su modo de vivir y de actuar", concluyó Benedicto XVI.

domingo, 1 de junio de 2008

Benedicto XVI: Junio, mes del corazón de Cristo


Publicamos la intervención que pronunció Benedicto XVI este domingo al rezar el Ángelus junto a miles de peregrinos congregados en la plaza de San Pedro del Vaticano:
Queridos hermanos y hermanas:
En este domingo, que coincide con el inicio de junio, quiero recordar que este mes está tradicionalmente dedicado al Corazón de Cristo, símbolo de la fe cristiana, particularmente amado tanto por el pueblo como por los místicos y los teólogos, pues expresa de una manera sencilla y auténtica la "buena noticia" del amor, resumiendo en sí el misterio de la encarnación y de la Redención. Y el viernes pasado celebramos la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, tercera y última de las fiestas que han seguido al Tiempo Pascual, tras la Santísima Trinidad y el Corpus Christi. Esta sucesión hace pensar en un movimiento hacia el centro: un movimiento del espíritu guiado por el mismo Dios. Desde el horizonte infinito de su amor, de hecho, Dios ha querido entrar en los límites de la historia y de la condición humana, ha tomado un cuerpo y un corazón, para que podamos contemplar y encontrar el infinito en el finito, el Misterio invisible e inefable en el Corazón humano de Jesús, el Nazareno. En mi primera encíclica sobre el tema del amor, el punto de partida ha sido precisamente la mirada dirigida al costado traspasado de Cristo, del que habla Juan en su Evangelio (Cf. 19,37; Deus caritas est, 12). Y este centro de la fe es también la fuente de la esperanza en la que hemos sido salvados, esperanza que ha sido el tema de mi segunda encíclica.
Toda persona necesita un "centro" para su propia vida, un manantial de verdad y de bondad al que recurrir ante la sucesión de las diferentes situaciones y en el cansancio de la vida cotidiana. Cada uno de nosotros, cuando se detiene en silencio, necesita sentir no sólo el palpitar de su corazón, sino, de manera más profunda, el palpitar de una presencia confiable, que se puede percibir con los sentidos de la fe y que, sin embargo, es mucho más real: la presencia de Cristo, corazón del mundo. Os invito, por tanto, a cada uno de vosotros a renovar en el mes de junio su propia devoción al Corazón de Cristo, valorando también la tradicional oración de ofrecimiento del día y teniendo presentes las intenciones que propongo a toda la Iglesia.
Junto al Sagrado Corazón de Jesús, la liturgia nos invita a venerar el Corazón Inmaculado de María. Encomendémonos siempre a ella con gran confianza. Quisiera invocar la materna intercesión de la Virgen una vez más por las poblaciones de China y Myanmar, golpeadas por calamidades naturales, y por quienes atraviesan las numerosas situaciones de dolor, enfermedad y miseria material y espiritual que marcan el camino de la humanidad.
[Al final del Ángelus, el Papa saludó a los peregrinos en varios idiomas. En español dijo:]
Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española que participan en esta oración mariana, en particular a los fieles de la Parroquia de San Andrés Apóstol, de Moral de Calatrava. En el día del Señor os invito a escuchar devotamente la Palabra de Dios, a acogerla en vuestro corazón con docilidad y a llevarla a la práctica con solicitud, de modo que vuestra vida se arraigue cada vez más firmemente en la roca de la amistad con Cristo. Feliz domingo a todos.

miércoles, 28 de mayo de 2008

España: María Auxiliadora, Alcaldesa Honoraria de Morón de la Frontera


La localidad andaluza de Morón de la Frontera nombró el sábado 24 de mayo, en un pleno extraordinario del ayuntamiento, a María Auxiliadora de los Cristianos como Alcaldesa Honoraria.
La distinción en la ciudad española pretende, según la corporación municipal, reconocer la intensa devoción popular a María Auxiliadora, así como la presencia y actividad salesiana en el lugar.
El nombramiento se celebró con un acto institucional en la Plaza del Ayuntamiento, en la que el alcalde, Manuel Morilla, entregó a la Virgen el bastón de mando de la ciudad.
Se trata de una distinción que cientos de ayuntamientos españoles han otorgado ya a la Virgen bajo la advocación más venerada en cada ciudad.
El pasado 3 de mayo, el cardenal Agustín García Gasco -arzobispo de Valencia-- proponía nombrar a la patrona de Castellón, la Mare de Déu del Lledó, Alcaldesa Honoraria.