Benedicto XVI viajó en la tarde de este sábado a la ciudad de Savona, en el norte de Italia, para presentar el mensaje del Amor misericordioso de Dios como fuerza y secreto para afrontar los desafíos que hoy plantean el materialismo, el relativismo y el laicismo.
El Papa calificó su noveno viaje apostólico dentro de las fronteras italianas como «una peregrinación por medio de María a los manantiales de la fe, de la esperanza y el amor», pues esta ciudad de la Liguria fue testigo de las apariciones de la Virgen en 1536.
El acto principal de esta breve visita fue la misa a Savona fue la eucaristía, presidida en su Plaza del Pueblo, bajo la lluvia, con la participación de unas 30.000 personas.
El Papa calificó su noveno viaje apostólico dentro de las fronteras italianas como «una peregrinación por medio de María a los manantiales de la fe, de la esperanza y el amor», pues esta ciudad de la Liguria fue testigo de las apariciones de la Virgen en 1536.
El acto principal de esta breve visita fue la misa a Savona fue la eucaristía, presidida en su Plaza del Pueblo, bajo la lluvia, con la participación de unas 30.000 personas.
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